Las tardecitas de Buenos Aires tienen ese qué sé yo, ¿viste?... salís de tu casa, por Correa. Lo de siempre, la calle y vos... Cuando de repente, subte, línea D, se aparece él. Mezcla rara de penúltimo rockero y de primer hippie en el viaje al norte: gorrito marrón en la cabeza, los cuadros de la camisa post grunge pintados en la piel, dos lonas clavadas en los pies.
“este tema es de uno de los mejores discos del rock nacional, se llama artó, se escribe artaud, busquenló si quieren“, dice.
Y así, medio bailando y medio volando, me regala una sonrisa, y me canta...